A simple vista, no eres una niña ni muy alta ni demasiado baja. Tampoco tienes ninguna característica que te hiciera sobresalir, a no ser que cuente tus complejos. Eres muy creativa y a menudo olvidas cosas, muchas de ellas que no tienen la mayor importancia. Eres terca, orgullosa, pero sabes mantener la cabeza fría cuando de una relación se trata. Odias muchas cosas y amas muchas otras, pero nunca las mencionas. Eres reservada y te encanta entregar cariño y que te demuestren aquello. Si eso no ocurre, terminas por alejarte. A veces te dicen que sueles complicarte mucho al tomar decisiones, o que tu mente nunca esta donde debería estar y que dejas pasar cosas. Eres despistada, pero intuitiva cuando quieres serlo. A veces puedes ser infantil, y tienes ciertas debilidades que te hacen flaquear. Tratas de ser fuerte, y a veces lo logras como a veces no. Si un amigo te dice que está mal, te contagias de ello y trataras de pensar en todas las opciones que estén a tu alcance para ayudar. No soportas las injusticias y odias no estar conectada con tus sentimientos. Cuando alguien te hace daño, pierdes los estribos. Crees en muchas cosas. Pero sobre todo quieres aprender a creer en ti misma. Después de todo, siempre quieres vivir el segundo.